Los problemas digestivos son cada vez más frecuentes en nuestra sociedad; según datos de la Fundación Española del Aparato Digestivo, la mitad de la población española padece o ha padecido de alguna patología digestiva.

Ardores de estómago, reflujos, digestiones pesadas, vientre hinchado, dolor abdominal, intestino irritable, estreñimiento, diarrea… La gran mayoría de veces estas alteraciones van relacionadas con una alimentación que no concuerda con lo que nuestra fisiología conoce y, si se mantiene durante tiempo, puede llevar a un estado de inflamación crónica y a una alteración de nuestra microbiota intestinal que puede desencadenar otras patologías sistémicas como los síndromes metabólicos, la diabetes tipo 1 o problemas cardiovasculares.

La detección del mecanismo o de los agentes desencadenantes de los síntomas será la base para poder realizar un tratamiento tanto a nivel metabólico como con terapia manual visceral, siempre teniendo en cuenta la fisiología del organismo.